Todo sería diferente si les leyéramos la Biblia a nuestros hijos, pero si no sabes cómo despertar el interés de tus pequeños por la Palabra e incorporar tiempo con Dios en su rutina, debes saber que es más común de lo que crees, ¡y el problema no eres tú! Esto sucede porque existen algunas barreras que dificultan esta conexión:
Competencia con estímulos tecnológicos excesivos
En un mundo dominado por la tecnología, leer la Biblia puede parecer menos atractivo en comparación con experiencias más dinámicas.
Barrera de contexto
Las historias bíblicas son parte de un contexto que puede parecer distante de la realidad actual de los niños.
Barrera del idioma
Hay términos que hoy en día ya no son relevantes, lo que dificulta que los niños se conecten con las enseñanzas.